INGREDIENTES: 9 placas de lasaña, 2 bolsas de espinacas frescas o 8-10 cubos de congeladas, 1 bote de queso Ricotta, pasas de corinto, piñones, 1 diente de ajo, leche, mantequilla o margarina, queso rallado, harina, aceite de oliva, sal y pimienta.
Primero pondremos las espinacas en una sartén para cocerlas, que se hagan con su propia agua, añadiremos un poco de sal y dejaremos que se evapore el agua. Las pondremos en un colador fino y las trituraremos bien para que suelten el agua.
Una vez estén bien escurridas, poner un poco de aceite en una sartén y el diente de ajo, que se dore un poco, retirarlo de la sartén y añadir las espinacas dar unas vueltas y poner las pasas y piñones (si queréis podéis hidratarlos un poco poniendo un vaso de agua con las pasas y piñones en el micro unos 45'', dejar un ratito, y colar), dar unas vueltas y añadir el queso ricotta (también se puede hacer con mató) y mezclar bien. Dejar reposar.
Cocer las placas de lasaña, tal como indica en fabricante, y dejar refrescar con agua fría y poner en un colador.
Encender el horno.
En una bandeja para el horno, cuadrada que quepan unas 3 placas en el fondo, poner un poco de salsa de tomate frito y cubrirlo con una capa fina, encima poner las 3 primeras placas y rellenar con las espinacas, encima poner otras placas e ir haciendo capas, la última será sin relleno.
En una cazuela onda poner 3-4 cuch, soperas. de harina, sal, pimienta negra y si os gusta rallar un poco de nuez moscada, mantequilla o margarina y poner al fuego lento e ir removiendo hasta que esté doradita la harina, añadir 1/2 l más o menos de leche e ir removiendo con unas varillas, hasta que espese. Poner la bechamel encima de las placas de lasaña, esparcir queso rallado y trocitos de mantequilla o margarina y gratinar.
Servir acompañado de una ensalada.
Yo creo que es un plato único.
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